Un joven de la Barriada de Fuentecillas
Ha dibujado un pirulí
En el cierre metálico de una tienda de Dulces
Que le he visto.
Al abrir la tienda
El dueño le ha dicho a su mujer:
-¿De quién es ese Pirulí
Que en el cierre de la tienda veo yo?
-Tuyo, tuyo, maridito
Que no te le he dibujado yo.
Lo ha dibujado el chico de la vecina
Que está enamorado
De esa chica tan guapa
Que viene a comprar chucherías
Y siempre pide un pirulí de La Habana.
-¡Qué chico ni qué caramba
Si tiene más pilila que yo ¡
-A poco, maridito.
Ahora, sin quitar el cartel de “Cerrado”
Te la voy a agarrar con la mano
Para que te agrande más y mejor.
-Toma, toma, esposita
Que ésta en la Iglesia del Barrio
Te la regalé yo.
Ella le ha dado cien vueltas al hueso
Los huevos le descoyuntó.
-Daniel de Culla